Las violencias contra las mujeres se manifiestan a través de diversas modalidades: Violencia física. Golpes, empujones, quemaduras o ataques con armas, objetos o ácidos. Violencia psicológica. Insultos, humillaciones, chantajes, descalificaciones, burlas, amenazas contra su vida, la de sus hijos, hijas u otros integrantes de su familia, celos extremos o intentos de control. Violencia sexual. Manoseos, acoso, relaciones o actos sexuales en contra de su voluntad. Violencia económica. Limitaciones y controles para el uso del dinero, destrucción de instrumentos de trabajo, prohibiciones para el uso de sus pertenencias y documentos personales, entre otros.
Estas expresiones de violencias se pueden dar en los espacios familiares, en las relaciones de pareja o expareja, en el trabajo, en los centros educativos, de entretenimiento, en la calle o en medios de transporte. Es decir, en los ámbitos públicos y privados.
Todas las manifestaciones de violencias ponen en riesgo la vida e integridad de las mujeres, por eso hay que desnaturalizarlas y prevenirlas.
La convivencia, en el marco de la cuarentena, puede convertirse en un peligro para las mujeres que se ven obligadas a compartir el espacio en el que residen con sus agresores, en un contexto de ansiedad, estrés y preocupaciones económicas. Esta situación puede aumentar los riesgos de violencia contra las mujeres, aún cuando ya los enfrentaban previamente.
Los servicios de atención y protección, de entidades del orden distrital y nacional, siguen funcionando y recibiendo casos de forma presencial y en horarios especiales. Además, existen líneas telefónicas, WhatsApp y correos electrónicos disponibles para la recepción de denuncias y solicitudes de medida de protección. Estos canales son importantes para que las mujeres no se pongan en riesgo, al ser escuchadas o vistas por el agresor.
El asilamiento también puede generar barreras adicionales o reforzar otras existentes, para que las mujeres sean atendidas o protegidas, debido a factores como las restricciones en la movilidad y circulación, las dificultades para acceder al sistema de salud, y los impactos económicos de la pandemia en la vida de las mujeres.
En cuanto sea posible, no envíe a las ciudadanas a realizar trámites que les impliquen salir del aislamiento. A través de otros canales, virtuales y telefónicos, se está facilitando el acceso a la información para las ciudadanas y los tramites de denuncia.
Las mujeres víctimas de violencias y en riesgo de feminicidio, tienen derecho a:
Recibir orientación e información sobre los derechos, las formas de hacerlos efectivos, los servicios y entidades encargados para la atención y protección integral.
✓ Líneas telefónicas gratuitas, 24 horas, a las que se puede llamar aún sin minutos en el celular.
Línea Púrpura 018000112137 Orientación y atención psicosocial Chat WhatsApp: 3007551846
Línea 155 Orientación a mujeres víctimas de violencias. Informa sobre el acceso a los servicios de justicia, psicológicos y médicos.
✓ Para orientación presencial pueden acudir a:
El CAI más cercano para recibir información según el caso.
✓ Otros canales de orientación:
Anexo se encuentra un amplio directorios de servicios especializados, de asesoría sociojurídica, atención psicosocial
Nombre | Descripción | Tamaño |
ruav_-_contingencia_covid-19_1.pdf | 238.98 KB |